Importancia de la historia de la Iglesia

Debemos señalar que es importante saber o conocer la Historia de la Iglesia, ya que el conocer de ella nos lleva por los caminos que se han recorrido y para entender en qué lugar estamos. Por eso se puede decir que se estudia la historia de la Iglesia por los siguientes tres motivos:

En Primer lugar para conocerla ya que esto hará que se entiendan mucho  mejor muchas cosas de forma y doctrina de la misma Iglesia. Esto porque la historia es un testimonio de que Dios ha estado obrando a través de ella. Sin embargo, hay que tener claro que la autoridad no la tiene la historia ni la tradición. La autoridad  suprema es la palabra de Dios. La historia es un testimonio latente de lo que Él ha hecho a través de ella.

En segundo lugar el poder estudiar la historia de la Iglesia es ver cómo la promesa se desarrolla. Ya que Cristo dijo que Él edificaría su Iglesia (Mateo 16:18). Así se puede ver que la historia de la Iglesia es la historia del creyente como miembro de su cuerpo. Cada creyente es parte. Por eso se debe estudiar.

En tercer lugar, porque esta verdad se ha conservado y transmitido a través de la historia (Juan. 15:26). Jesucristo encargó a los apóstoles de ese testimonio, ellos a sus discípulos, y ellos a todos los que no fueron testigos oculares (1 Pedro 1:8). Y como consecuencia todos somos alentados por la historia de esta verdad, a la vez que  también aprendamos  a tener presente y aprendidos  de los errores que la historia muestra. Por ejemplo, en el primer concilio (Hechos 10) se hizo defensa en contra del legalismo. A pesar de esto, hay grupos que siguen manteniendo esto. Siguen la ley a pesar que eso ya había sido descartado y condenado. La nueva era, los mormones o el gnosticismo fueron confrontados en su momento. Si no se estudia estas cosas, se corre el riesgo de volver a caer en el mismo error.

La historia de la Iglesia son eventos que sucedieron en un momento específico. Por eso se cuenta con documentos de donde se obtiene la información de esos sucesos. Hay que leer cada uno de ellos con sobriedad y tratar de entender lo que pasó porque cada autor relata según su perspectiva, su fuente o sus presuposiciones. También, hay un elemento filosófico a menudo, ya que algunos son más pesimistas y otros optimistas, o también algunos son más objetivos y otros más subjetivos. Finalmente, en ocasiones hay enfoques o elementos artísticos ya que se trata de presentar la historia de manera que no sea aburrida.

Al estudiar la historia de la Iglesia aprenderemos lo que los padres de la Iglesia hicieron y podremos valorarlos más. Son hombres que lucharon y evitaron muchas veces que el nombre del Señor fuera denostado. Es sorprendente constatar cómo defendían la verdad a costa de sus propias vidas. Muchas veces nosotros nos encontramos muy cómodos y no estamos dispuestos a dar la milla extra, mucho menos sacrificar la vida.

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